Publicado Mayo 26, 2020
La firma chilena, principal aerolínea de Latinoamérica, anunció que iniciará un procedimiento de reorganización financiera conforme a la legislación de ese país, derivado de la crisis del covid-19.
Siguiendo los pasos de la aerolínea colombiana Avianca, Latam Airlines anunció que se someterá a un proceso de reorganización financiera, acogiéndose al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Este proceso tendrá por objeto trabajar con los acreedores del grupo, además de otras partes interesadas, para reducir su deuda y obtener nuevas fuentes de financiamiento y adaptarse así a la nueva realidad creada por la pandemia del covid-19.
En un comunicado, la empresa señaló que ha asegurado el apoyo financiero de sus accionistas, incluidos las familias Cueto y Amaro, además del grupo Qatar Airways, quienes anunciaron que inyectarán US $ 900 millones en financiamiento adicional bajo una estructura de deudor en posesión (Debtor in possesion).
Junto con ello, sostuvo que están sosteniendo conversaciones con los gobiernos de Chile, Brasil, Colombia y Perú para buscar apoyo para acceder a financiamiento adicional, proteger empleos y minimizar la disrupción de sus operaciones.
¿Qué implica acogerse a este procedimiento? El proceso de reorganización financiera del Capítulo 11 aludido es un marco legal bajo el cual Latam y sus filiales podrán redimensionar sus operaciones y adecuarlas al nuevo entorno de demanda, junto con reorganizar sus balances financieros, de manera de poder resurgir como un negocio más ágil y sostenible.
Así, es una de las alternativas que permite a las empresas iniciar un proceso de reorganización y reestructuración de sus pasivos en circunstancias en que ésta es aún viable. Además, implica que no se puede demandar a la empresa deudora y todas las acciones en contra de ella quedan inhibidas para que pueda seguir operando conforme a su giro.
En opinión de varios expertos, acogerse a este procedimiento otorgaría la posibilidad de negociar de mejor forma frente a los acreedores, alcanzando acuerdos tales como la rebaja de tasas o acordar plazos más extensos para cumplir con las obligaciones financieras.
¿Qué viene ahora? Latam deberá aprobar una serie de permisos para seguir operando, para pagar a sus empleados, gerentes y acreedores. Luego se iniciarán comités con acreedores, quienes definirán el camino de la reorganización de la empresa, la cual tiene un plazo máximo de 180 días. Además, la empresa debe formalizar el crédito Debtor in possesion anunciado en su presentación, que sería otorgado por algunos accionistas. Esta última figura tendrá por objeto financiar operaciones durante el procedimiento de reorganización financiera.